La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha pedido que los animales para consumo humano no reciban antibióticos –para estimular su crecimiento o prevenir enfermedades– ya que pueden provocar el desarrollo de bacterias resistentes que son transmitidas a las personas.
Por primera vez, la OMS se pronuncia de manera clara y categórica, en unas directrices publicadas hoy, contra el uso de todo tipo de antibióticos para favorecer el crecimiento de los animales o para prevenir patologías que no han sido diagnosticadas.
El uso desregulado de esos medicamentos constituye una grave amenaza relacionada con la resistencia de las bacterias a los antibióticos, que la OMS considera uno de los mayores desafíos sanitarios de la actualidad.